Cómo es sabido, la temporada de cerezas en Chile es muy breve y muy intensa a la vez. Productores, exportadoras y plantas de procesos se preparan durante el año y afinan todos los detalles para que entre noviembre y febrero resulte todo bien.

Para este año, el Comité de Cerezas de ASOEX indicó que las exportaciones de cerezas tendrán un crecimiento de 25% respecto a la temporada anterior. De esta forma, la estimación es que Chile enviará al mundo 89.353.878 de cajas de cerezas frescas (5 kilos), equivalentes a 446.769 toneladas. Este fuerte aumento en la oferta de cerezas ha implicado una presión al alza en términos de calidad de producto.

Dado este escenario, las plantas que procesan cerezas para el mundo del congelado, tienen a su disposición mucha materia prima a muy buenos precios y de muy buena calidad. En términos productivos, el despepitado de cerezas y posterior congelado, mejora año tras año, y se encuentra en su mejor momento.

A pesar del excelente escenario en términos productivos, desde el punto de vista comercial no son años fáciles. El complejo escenario económico internacional ha impactado negativamente la demanda por productos congelados. Los exportadores de cereza congelada en particular, se está enfrentando a un brusco descenso en el volumen de ventas particularmente de EEUU y Canadá. Sin embargo, en esta temporada aparece una gran oportunidad comercial que podría revertir esta tendencia, y es que por primera vez China aparece como un poder comprador de este producto, gracias a la apertura del protocolo fitosanitario aprobado a principios del 2022. Las principales plantas de proceso de cereza congelada chilenas ya han enviado sus primeros contenedores de este producto a un mercado que podría convertirse en uno de los principales destinos de esta exportación.